La nueva generación del Land Rover Defender ya está aquí y, aunque no es aquel Defender indestructible que conocíamos, luce un diseño tan familiar como novedoso y una ingeniería espectacular para seguir ocupando un lugar muy especial en el corazón de los exploradores, las organizaciones humanitarias y las familias más aventureras de todo el mundo.
Además de ser emblemático por su nombre, forma y capacidad, el Defender puede personalizarse para que los propietarios aprovechen al máximo sus prestaciones. Está disponible en versión de carrocería larga (110) y corta (90), aunque más adelante llegará también la versión comercial, el Land Rover Defender «Hard Top».
Es cierto que la silueta característica del Defender se mantiene perfectamente reconocible, siguiendo las facciones principales del Land Rover original, trazado sobre la arena de la playa en 1947. También es verdad que se mantienen las dos opciones de longitud de carrocería. Una corta, el Defender 90 de 3 puertas, y otra larga, el Defender 110 de 5 puertas. En el futuro llegará otra versión aún más grande, el Defender 130. El británico es absolutamente descomunal con sus 2,00 m de ancho y 1,97 m de alto. La longitud es de 4,58 m para el corto y 5,02 m para el largo.
Nos centramos en su interior. Aquí me encuentro con una atmósfera de calidad y tecnología que antes no existía: materiales cuidados, gran pantalla táctil, instrumentación digital, arranque por botón, conectividad Apple CarPlay y Android Auto… Incluso el espejo retrovisor interior puede ser una pantalla (en opción). Ver para creer… Todo ello eleva la factura de este nuevo Defender. Aún así, hay guiños que te invitan al maltrato de todo este interior, como son las alfombrillas de goma o las superficies de plástico duro y asideros de material robusto.
Para alguien familiarizado con el viejo Defender, el puesto de conducción de esta nueva generación es irreconociblemente cómodo. Posición elevada, asientos bien mullidos que cuidan de tu espalda, posición al volante muy correcta, buena visibilidad…
Bajo el capó cuento con un bloque diésel de 240 CV con el que no debo tener problemas en ninguna circunstancia. Se combina con la omnipresente caja automática ZF de ocho velocidades y la tracción permanente a las cuatro ruedas para derivar toda la fuerza al suelo.
El centro neurálgico de información es el sistema multimedia Pivi Pro. Emplea una pantalla táctil de 10,2 pulgadas, es compatible con Apple CarPlay y Android Auto y tiene muchas funciones como la navegación con rutas dinámicas o las actualizaciones permanentes de aplicaciones por medio de un par de tarjetas SIM integradas en el vehículo. Funciona con rapidez, tiene una gran calidad de imagen, pero la posición de la pantalla es excesivamente baja y obliga a desviar la mirada de la carretera para consultar la información.
Ese sistema de infoentretenimiento puede estar vinculado a una instrumentación completamente digital que emplea una pantalla de 12,3 pulgadas con diferentes datos y vistas a elegir, entre las que se encuentra una vista de navegación con mapa en 3D a pantalla completa. Opcionalmente se puede agregar un head-up display que proyecta los datos directamente sobre el parabrisas.
Además de las pantallas, en el interior del Defender hay cabida para todas las chucherías de equipamiento que se nos puedan ocurrir, como un soberbio sistema de cámaras de 360 grados, un equipo de sonido Meridian con 700W de potencia, 14 altavoces y un subwoofer, e incluso la posibilidad de equipar dos tipos de techo solar opcionales: uno panorámico de cristal y otro de material textil plegable.
Definitivamente tengo la impresión de que estoy a bordo de un SUV y no en un rudo todoterreno. Aunque claro, a ver qué SUV es capaz de poder montar un campamento en el techo del coche, literalmente. El techo del Defender aguanta hasta 168 kg de peso en marcha y 300 kg en parado, así que, entre los accesorios que ofrece Land Rover encontramos una tienda de campaña a medida para el techo.
Es tan amplio el habitáculo del Defender 110 que permite diferentes configuraciones de cinco, seis o 5+2 plazas, incluyendo una tercera fila de asientos en esta última configuración. La de seis plazas se consigue colocando un asiento opcional delante entre piloto y copiloto, lo cual nos permite entender el enorme tamaño que hay en esa zona. Nuestra unidad no la llevaba, pero sí llevaba una guantera con nevera incluida.
El nuevo Defender es inconfundible gracias a su distintiva silueta con voladizos mínimos para conseguir excelentes ángulos de ataque y salida. Los diseñadores han reinterpretado las señas de identidad del Defender del siglo XXI al darle una funcional presencia angular con pequeñas ventanas alpinas en el techo, pero manteniendo a la vez el portón trasero con bisagras laterales y la rueda de repuesto que siempre ha caracterizado al modelo original.
La vista frontal del Defender es imponente y tecnológica a partes iguales, con un marcado capó, una delgada parrilla frontal con el logo de Land Rover a la derecha, un paragolpes musculoso que se extiende hacia los bajos del vehículo a modo de protección y unos innovadores faros Matrix LED con una iluminación diurna característica (LED de serie).
Estos ofrecen cambio inteligente de luces y luces antiniebla LED, aunque cabe mencionar que su visibilidad no es reseñable dentro del segmento. En el frontal no faltan parte de los sensores de aparcamiento perimetrales y una de las cámaras de la vista 360º, ambos de serie. La amplia luna delantera ofrece una buena visibilidad gracias a su diseño vertical.
De la tecnología de cámaras destaca la cámara periférica 3D al ofrecer un plano de 360 grados y una nueva perspectiva exterior en 3D de las inmediaciones, tanto en situaciones todoterreno como en carretera.
Sabemos que un coche así ha de probarse en campo para conocer cuáles son sus capacidades todoterreno. Cómo funciona la caja transfer de dos velocidades (gama de marchas largas y cortas), cómo trabaja el Terrain Response o comprobar hasta qué punto el Wade Sensing (sensor de vadeo) es preciso a la hora de indicar en la pantalla central hasta dónde llega el agua y si debemos seguir adentrándonos en ese charco.
Desgraciadamente, durante la semana de la prueba aplicaba una restricción de movilidad que nos impedía salir de nuestra comunidad, salvo por motivos justificados, e ir a hacer 4x4 no nos parecía lo más indicado en caso de que nos parase un agente.
Como se puede apreciar desde el primer vistazo, ha crecido en cotas y alcanza los 4.76 metros de largo, 2.00 metros de ancho y 1.97 metros de alto. La batalla mide 3.022 mm y las vías delantera y trasera miden 1.704 y 1.700 milímetros, respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0.41, una cifra inferior a la del Clase G, que le supera en dimensiones.
En el campo, el Defender es otro cantar, ya que sorprende por sus capacidades todoterreno, sobre todo gracias a su mayor maniobrabilidad y a los milagros de la tecnología. Entre las armas con las que cuenta fuera del asfalto cabe destacar:
Tracción total adaptada a cada tipo de mecánica: como ya hemos dicho, las versiones gasolina y el PHEV cuentan con tracción permanente a las cuatro ruedas y los diésel con tracción total inteligente.
Sistema de frenado de nueva generación: El sistema se activa en maniobras todoterreno a baja velocidad y, cuando los sistemas de Control de Tracción y Frenado de Emergencia Autónomo se ponen en funcionamiento, puede bloquear una rueda en tan solo 150 milisegundos (una configuración convencional tardaría 300 milisegundos).
Función Hill Launch Assist con Enhanced Hill Hold que evita que el vehículo de desplace hacia atrás en las pendientes y aporta una transición más suave desde un estado de frenado a la aceleración en cualquier entorno.
Suspensión de largo recorrido: la suspensión neumática ofrece una elevación de altura de 75 mm en situaciones off road. La elevación adicional de 70 mm permite que el sistema neumático pueda subir la carrocería un máximo de 145 mm, mientras que la función Elegant Arrival baja automáticamente la carrocería 40 mm para que resulte más fácil acceder al vehículo. El recorrido de cada rueda es de 50 cm.
La oferta mecánica del Land Rover Defender ha variado desde su lanzamiento. Hasta septiembre de 2020 se ofrecía un SD4 de 240 CV como la unidad probada, pero actualmente se ha ampliado la gama y se han modificado las denominaciones. Ahora vemos versiones gasolina y diésel mild hybrid, así como una mecánica híbrida enchufable (gasolina + eléctrico).
Con un precio para esta versión de 82.480 euros, obviamente no es un todoterreno de los más asequibles, pero a cambio es uno de los más completos en cuanto a equipamiento de serie y tecnología, tanto para dentro como para fuera del asfalto. Además, sigue manteniendo el encanto del Defender original en muchos aspectos y es el todoterreno grande con más personalidad del mercado, algo cada vez más escaso en los tiempos que corren.