Las persecuciones policiales en Estados Unidos suelen parecer sacadas de Grand Theft Auto, con un coche huyendo a toda velocidad mientras multitud de coches patrulla le siguen e intentan detenerle. Sin embargo, este caso es distinto, ya que podríamos estar hablando de la persecución más lenta del mundo, la cual ha involucrado a la policía… ¡Y a un tractor!
El protagonista es un residente, Ronnie Hicks, que a sus 43 años, ya ha estado alojado en las dependencias de la comisaría del pueblo más de una vez. Y todo apunta a que no será la última.
Según el Departamento de Policía de Boone, Hicks chocó con varios objetos y vehículos en su ruta. Además, también amenazó con atropellar a varios peatones, aunque no llegó a hacerlo. Aun así, era necesario detener el vehículo cuanto antes, de manera que se puso en marcha la persecución.
La velocidad no fue mucho más allá de los 30 km/h, pero no fue sencillo para los agentes detener al tractor. Primero probaron con bandas de pinchos, pero no surtieron efecto. Así, optaron por disparar a las ruedas, logrando así que el neumático delantero izquierdo se desprendiera de la llanta. No obstante, el ladrón continuó su intento de fuga de las autoridades.
Así se mantuvo la situación durante un tiempo, hasta que Ronnie Hicks tuvo que salir de la carretera. Fue entonces cuando llegó al bosque, donde abandonó el tractor e intentó huir a pie, mientras portaba un cuchillo en la mano. No llegó muy lejos, eso sí, ya que los agentes lograron reducirlo tras dispararle con un táser.
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