El renovado GLC Coupé ha recibido ligeros cambios. Un ejemplo de esto se puede ver en apartados como el aerodinámico, con un coeficiente que ha bajado a 0,27 respecto de la anterior versión. Esto se ha logrado con un coche que es 31 mm más largo y 5 mm más alto, pero que también ha incrementado sus anchos de vía. Además, Mercedes ha trabajado en la estética del coche, aunque en general se mantenga el estilo del predecesor.
En concreto, esta configuración suma retoques en negro y llantas de entre 18 y 20 pulgadas, entre otros detalles. Eso sí, también es posible optar por las versiones como la Avantgarde de acceso, que se caracteriza por utilizar detalles cromados en lugar de por los elementos en negro brillante.
Como he dicho, en el exterior los cambios de este SUV coupé no son espectaculares, aunque elementos como los faros delanteros se ven más estilizados. Además, donde más se notan las novedades es en la trasera, con unos pilotos más finos y que ahora están unidos por una moldura. Hubiera preferido que formase parte del faro y que todo se iluminara, pero igualmente le sienta bien a este modelo.
En general, está claro que la tecnología domina el habitáculo, pero no es lo único que me encuentro aquí, ya que también me gusta la amplitud y comodidad en las plazas delanteras. En las traseras, eso sí, el acceso es algo estrecho si eres alto y no te sobrará espacio al ir sentado, pero no estarás incómodo. Asimismo, la visibilidad trasera no es la mejor, pero ayuda la cámara incorporada.
La gama de motores del Mercedes GLC Coupé 2023 se compone de propulsores electrificados, con versiones microhibridadas e híbridas enchufables. Esta ya es la norma en la marca y puedes encontrar bloques de gasolina y diésel. En todos los casos, eso sí, vienen acompañados de un sistema de tracción integral 4MATIC.
Entre los motores de gasolina se ofrece el 200 4MATIC de 204CV y el 300 4MATIC de 258CV entre los mildhybrid. Mientras tanto, se suman una opción PHEV, el 300 e 4MATIC de 313CV. También existe un 400 e de 381 CV, pero no llegará a España.
Asimismo, las variantes diésel comienzan con el 220 d 4MATIC de 197CV, sobre la cual se sitúa el 300 d 4MATIC de 269CV. Esto completa la oferta de motores microhíbridos, mientras que el enchufable diésel cierra la gama, tratándose del 300 de 4MATIC de 335CV.
Estas mecánicas son las que conforman la mecánica en estos momentos, pero se espera que lleguen más en un futuro. Por ejemplo, se habla de un motor diésel de seis cilindros o versiones AMG, pero se sabrá más sobre ello más adelante.
Sin más dilación, me dispongo a conducir. Comienzo la prueba del Mercedes GLC Coupé con el 204CV 200 4MATIC desde Madrid. La idea es llegar a Barcelona, lo que me dará la oportunidad de conducir por distintas carreteras. Aun así, lo primero que noto en mis primeros minutos al volante es la suavidad de la suspensión.
En este caso, la unidad que conduzco monta una suspensión de aire AIRMATIC opcional, que aporta un plus de comodidad, aunque puede ser demasiado blanda a bajas velocidades. Asimismo, el coche cuenta con el eje trasero direccional con hasta 4,5 grados de giro, lo que aporta una maniobrabilidad muy agradecida en ciudad.
Sobre este último elemento, por debajo de 60 km/h el eje gira en dirección contraria a las ruedas delanteras, pero lo hace en el mismo sentido por encima de esa cifra, de manera que el manejo es bueno también a mayores velocidades. Mientras tanto, la suspensión puede sentirse algo blanda en ciudad, pero no es un problema y a un mayor ritmo no resulta en una falta de estabilidad.
Esto es algo que percibo en autopistas, donde estoy convencido de que podría conducir el GLC Coupé durante horas sin cansarme. La comodidad y estabilidad sigue muy presente, mientras que el motor mueve de forma holgada este enorme SUV.
Esto es en el modo más cómodo de conducción, pero el modo Sport aporta cambios. Por ejemplo, noto la dirección más rápida y el coche es ligeramente más estable, aunque tampoco era un problema antes. Asimismo, la relación de marchas se enfoca a dar más potencia y el cambio automático trabaja bien, aunque también puedo usar las levas situadas detrás del volante.
De esta forma, llego a mi destino quedando satisfecho con esta versión microhibridada, pero ¿Cómo son las híbridas enchufables? Si te mueves por ciudad, esta puede ser tu compra. Sí, pierdes maletero (390 litros en lugar de 545), pero puedes ahorrar más gasolina, gracias a una autonomía eléctrica de hasta 131 kilómetros.
En general, este modelo me ha dejado muy contento, aunque no se trate de mi segmento preferido.
En concreto, esta configuración suma retoques en negro y llantas de entre 18 y 20 pulgadas, entre otros detalles. Eso sí, también es posible optar por las versiones como la Avantgarde de acceso, que se caracteriza por utilizar detalles cromados en lugar de por los elementos en negro brillante.
Como he dicho, en el exterior los cambios de este SUV coupé no son espectaculares, aunque elementos como los faros delanteros se ven más estilizados. Además, donde más se notan las novedades es en la trasera, con unos pilotos más finos y que ahora están unidos por una moldura. Hubiera preferido que formase parte del faro y que todo se iluminara, pero igualmente le sienta bien a este modelo.
Más allá de esto, el interior del nuevo GLC Coupé también ha recibido cambios sutiles, pero lo cierto es que funciona bien. Hay una pantalla de 12,3” para el cuadro de instrumentos y otra central de 11,9” con el último MBUX y nuevas funciones. Ambas se ven y responden adecuadamente, pero echo en falta botones para algunas funciones. Eso sí, el asistente de voz ayuda.
En general, está claro que la tecnología domina el habitáculo, pero no es lo único que me encuentro aquí, ya que también me gusta la amplitud y comodidad en las plazas delanteras. En las traseras, eso sí, el acceso es algo estrecho si eres alto y no te sobrará espacio al ir sentado, pero no estarás incómodo. Asimismo, la visibilidad trasera no es la mejor, pero ayuda la cámara incorporada.
La gama de motores del Mercedes GLC Coupé 2023 se compone de propulsores electrificados, con versiones microhibridadas e híbridas enchufables. Esta ya es la norma en la marca y puedes encontrar bloques de gasolina y diésel. En todos los casos, eso sí, vienen acompañados de un sistema de tracción integral 4MATIC.
Entre los motores de gasolina se ofrece el 200 4MATIC de 204CV y el 300 4MATIC de 258CV entre los mildhybrid. Mientras tanto, se suman una opción PHEV, el 300 e 4MATIC de 313CV. También existe un 400 e de 381 CV, pero no llegará a España.
Asimismo, las variantes diésel comienzan con el 220 d 4MATIC de 197CV, sobre la cual se sitúa el 300 d 4MATIC de 269CV. Esto completa la oferta de motores microhíbridos, mientras que el enchufable diésel cierra la gama, tratándose del 300 de 4MATIC de 335CV.
Estas mecánicas son las que conforman la mecánica en estos momentos, pero se espera que lleguen más en un futuro. Por ejemplo, se habla de un motor diésel de seis cilindros o versiones AMG, pero se sabrá más sobre ello más adelante.
Sin más dilación, me dispongo a conducir. Comienzo la prueba del Mercedes GLC Coupé con el 204CV 200 4MATIC desde Madrid. La idea es llegar a Barcelona, lo que me dará la oportunidad de conducir por distintas carreteras. Aun así, lo primero que noto en mis primeros minutos al volante es la suavidad de la suspensión.
En este caso, la unidad que conduzco monta una suspensión de aire AIRMATIC opcional, que aporta un plus de comodidad, aunque puede ser demasiado blanda a bajas velocidades. Asimismo, el coche cuenta con el eje trasero direccional con hasta 4,5 grados de giro, lo que aporta una maniobrabilidad muy agradecida en ciudad.
Sobre este último elemento, por debajo de 60 km/h el eje gira en dirección contraria a las ruedas delanteras, pero lo hace en el mismo sentido por encima de esa cifra, de manera que el manejo es bueno también a mayores velocidades. Mientras tanto, la suspensión puede sentirse algo blanda en ciudad, pero no es un problema y a un mayor ritmo no resulta en una falta de estabilidad.
Esto es algo que percibo en autopistas, donde estoy convencido de que podría conducir el GLC Coupé durante horas sin cansarme. La comodidad y estabilidad sigue muy presente, mientras que el motor mueve de forma holgada este enorme SUV.
Esto es en el modo más cómodo de conducción, pero el modo Sport aporta cambios. Por ejemplo, noto la dirección más rápida y el coche es ligeramente más estable, aunque tampoco era un problema antes. Asimismo, la relación de marchas se enfoca a dar más potencia y el cambio automático trabaja bien, aunque también puedo usar las levas situadas detrás del volante.
De esta forma, llego a mi destino quedando satisfecho con esta versión microhibridada, pero ¿Cómo son las híbridas enchufables? Si te mueves por ciudad, esta puede ser tu compra. Sí, pierdes maletero (390 litros en lugar de 545), pero puedes ahorrar más gasolina, gracias a una autonomía eléctrica de hasta 131 kilómetros.
En general, este modelo me ha dejado muy contento, aunque no se trate de mi segmento preferido.
El precio del GLC Coupé 2023 para España arranca en 64.125 euros para el modelo de acceso de gasolina con motor microhibridado. Mientras tanto, las versiones diésel parten de 67.175 euros, con el híbrido enchufable disponible por 83.750 euros. En el caso del PHEV gasolina, eso sí, la cifra es de 81.800 euros.
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