Ya no hay nostalgias como las de antes, aunque el lanzamiento de la nueva generación del Alfa Romeo 33 Stradale se encargue de desmentirlo. Hace seis décadas, la admiración por la elegancia y el placer de conducir que proporcionaban los roadsters deportivos de los años 30 cristalizó en un automóvil único: el Alfa Romeo Grand Sport Quattroruote.
Este roadster espectacular fue fruto de una singular colaboración entre Alfa Romeo y Zagato, el destacado carrocero italiano conocido por su pericia artesanal y su diseño vanguardista. La fuente de inspiración para crear este automóvil exclusivo fue un artículo de Gianni Mazzocchi en la prestigiosa revista italiana Quattroruote sobre el Alfa Romeo 6C 1750 Zagato, un mítico deportivo del “Biscione” que cautivó a los amantes del motor en los años 30 por su elegancia y sus impecables prestaciones.
De este modo, el Alfa Romeo Grand Sport Quattroruote surgió como una oda al diseño clásico y la exclusividad. Con sólo 92 unidades producidas, este modelo es una joya apreciada por coleccionistas y entusiastas del automovilismo.
El prototipo del Grand Sport Quattroruote vio la luz por primera vez en 1965, en el prestigioso salón de carroceros anualmente en el Museo Nacional del Automóvil de Turín. Este emocionante avance preparó el terreno para su presentación oficial en el Salón de Nueva York en 1966, donde la versión de producción deslumbró al público con su sofisticación y detalles cuidadosamente elaborados.
La nostalgia por los tiempos pasados no tiene por qué estar reñida con disfrutar de las ventajas del progreso tecnológico. Entre la década de 1930 y los años 60, el automóvil dio un salto de gigante en materia de prestaciones de equipamiento. Por eso, aunque el Alfa Romeo Grand Sport Quattroruote conserve elementos como los frenos de tambor como homenaje estético a su antecesor, no renunció a los últimos avances técnicos.
Alfa Romeo proporcionó a Zagato un chasis exclusivo para que el mítico carrocero italiano hiciese su magia. Pero esta estructura no venía de la nada: estaba basada en otro descapotable legendario: el Giulia Spider. Por su parte, el motor longitudinal de 4 cilindros en línea, 1570 cm3 y 92 CV de potencia, la caja de cambios de 5 velocidades y la transmisión procedían del Giulia Ti.
Auténtico precursor de la tendencia “neo retro” que tanto está dando de qué hablar en el mundo del automóvil, el Alfa Romeo Grand Sport Quattroruote” representa una combinación única de estética clásica y prestaciones modernas. Pensado para auténticos apasionados del mundo del motor, es un vehículo exclusivo, del que sólo se produjeron 92 unidades entre 1965 y 1967, que figuró en el catálogo oficial de la marca y que se podía adquirir en cualquier concesionario del “Biscione”.
