Steven Harris no es solo un arquitecto de renombre con una carrera de más de cinco décadas, sino también un apasionado coleccionista de Porsche. Su historia es un ejemplo fascinante de cómo la arquitectura y el diseño automotriz pueden entrelazarse en una vida marcada por la precisión, la funcionalidad y la belleza atemporal.
Cuando su colección de Porsche superó el espacio disponible en su casa estilo Mid Century en Rancho Mirage, California, Harris decidió construir una nueva vivienda. Pero esta no sería una casa común: el proyecto giró en torno a un garaje subterráneo diseñado para albergar su creciente colección de deportivos. La vivienda, de una sola planta, con líneas limpias, techo plano y ventanales de suelo a techo, refleja su filosofía arquitectónica: eficiencia, elegancia y conexión con el entorno.
El garaje subterráneo es una joya del diseño. Con capacidad para más de 50 vehículos, está pensado para que cada coche pueda moverse de forma independiente. Harris diseñó el espacio con columnas delgadas y disposición diagonal para optimizar el acceso. Un ascensor para vehículos, necesario por las restricciones locales, permite trasladar los coches desde la superficie hasta el garaje. "No es un museo, es un garaje funcional", afirma Harris.
La fascinación de Harris por Porsche comenzó a los ocho años, cuando su tío compró un 356. Años después, su padre le prestó un 911 S de 1967 para su examen de conducir. Desde entonces, su vínculo con la marca se volvió inseparable. Aunque su carrera como arquitecto y docente (principalmente en Yale) le ocupó durante décadas, finalmente encontró el tiempo para dedicarse a su pasión automotriz.
La colección de Harris incluye modelos icónicos como:
- Porsche 356 Carrera con motor Fuhrmann
- 911 Carrera RS 2.7 (1973)
- 911 Carrera RS 3.0 (1974)
- 911 GT3 RS 4.0 (997)
- 911 GT2 (993)
- 911 GT2 RS (997 y 991)
Cada coche ha sido elegido por su pureza de diseño y propósito definido. Harris valora especialmente los modelos analógicos, como el 911 Carrera RS (964), del cual posee cuatro unidades.
Harris aplica los mismos principios a sus diseños arquitectónicos y a su colección de coches: funcionalidad, simplicidad y precisión. Rechaza las modas pasajeras y apuesta por lo esencial. "Lo que me fascina de Porsche es su evolución continua sin adornos innecesarios", explica. Esta visión se refleja en su casa, donde cada elemento tiene una función clara y dialoga con el entorno.
A diferencia de muchos coleccionistas, Harris utiliza sus coches con frecuencia. Conduce por las montañas cercanas antes del amanecer y viaja a sus obras en la costa oeste californiana al volante de sus Porsche. También participa en rallies internacionales, como el Pekín-París y travesías por Sudamérica, siempre con sus modelos clásicos.
Para Harris, sus coches no son posesiones, sino piezas que cuida para las futuras generaciones. "No son estrictamente míos", dice. Esta actitud también se refleja en su casa: "No es una casa con garaje, sino un garaje con casa". Su vida es un testimonio de cómo la pasión, la precisión y el diseño pueden convivir en perfecta armonía.
Steven Harris ha logrado fusionar su amor por la arquitectura y los coches en un proyecto vital único. Su casa y su colección no solo son reflejo de su éxito profesional, sino también de una filosofía de vida basada en la autenticidad, la funcionalidad y la belleza duradera. Una inspiración para arquitectos, coleccionistas y amantes del diseño por igual.