BMW iX3: el SUV eléctrico que inaugura la era 'Neue Klasse'

BMW ha dado el pistoletazo de salida a una nueva etapa en su historia con la presentación del nuevo iX3, el primer modelo construido sobre la revolucionaria plataforma Neue Klasse. Este SUV no es una simple evolución del modelo anterior, sino una reinterpretación total que combina diseño futurista, tecnología de vanguardia y una autonomía récord. Además, introduce el nuevo lenguaje de diseño que definirá a la marca bávara en los próximos años.

El iX3 se fabricará en la nueva planta de BMW en Debrecen (Hungría) a partir del otoño de 2025. Su llegada al mercado europeo está prevista para la primavera de 2026, mientras que Estados Unidos lo recibirá unos meses más tarde. También se producirá una versión específica para China, adaptada a los gustos locales, consolidando así su carácter global.


Uno de los aspectos más destacados del nuevo iX3 es su batería de sexta generación, que ofrece hasta 805 kilómetros de autonomía bajo el ciclo WLTP. Con una capacidad neta de 108,7 kWh, su diseño estructural permite reducir el peso y mejorar la eficiencia.

Gracias a su sistema eléctrico de 800 voltios, el iX3 puede recuperar 372 km de alcance en solo 10 minutos de carga, y pasar del 10 al 80% en apenas 21 minutos. Además, incorpora carga bidireccional, lo que le permite alimentar dispositivos externos o incluso funcionar como fuente de energía para el hogar.

BMW complementa esta tecnología con un ecosistema completo de soluciones de recarga, que incluye cargadores domésticos inteligentes e integración con energía solar.

El nuevo lenguaje de diseño de BMW apuesta por la pureza de líneas, superficies amplias y proporciones robustas que reflejan el ADN de un SUV X. Con 4,78 metros de largo, el iX3 destaca por su presencia imponente, una parrilla vertical reinterpretada y una firma luminosa horizontal que sustituye los elementos cromados tradicionales.

La aerodinámica también ha sido optimizada, alcanzando un coeficiente de solo 0,24 Cd. En el interior, el enfoque es minimalista y tecnológico, con un salpicadero flotante, materiales reciclados de alta calidad y múltiples opciones de personalización que refuerzan su carácter premium.

La digitalización es uno de los pilares del nuevo iX3. Estrena el sistema BMW Panoramic iDrive, que proyecta información a lo largo del parabrisas mediante el Panoramic Vision, acompañado por un Head-Up Display 3D opcional y una pantalla central de 17,9 pulgadas.

Todo esto funciona sobre el nuevo Operating System BMW X, que integra controles táctiles, comandos de voz más naturales e inteligencia artificial para rutinas personalizadas. El asistente personal de BMW también evoluciona, incorporando modelos de lenguaje avanzados (LLM) para una interacción más fluida y conversacional.

Además, el vehículo puede desbloquearse mediante smartphone o smartwatch, gracias a la tecnología de reconocimiento ultra preciso UWB.

A pesar de su enfoque tecnológico, BMW mantiene intacto su ADN dinámico. El sistema de control Heart of Joy, uno de los cuatro “supercerebros” electrónicos de la Neue Klasse, gestiona con precisión la entrega de potencia, la frenada y la regeneración de energía.

El resultado es un SUV eléctrico de 469 CV, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, con una velocidad máxima limitada a 210 km/h. Todo ello sin renunciar al placer de conducción que caracteriza a la marca.

BMW refuerza su estrategia de sostenibilidad con el nuevo iX3. Aproximadamente un tercio de los materiales utilizados son reciclados: desde plásticos marinos en componentes técnicos hasta tapicerías de PET reciclado y aluminio secundario en el chasis.

Según la marca, este modelo reduce en un 34% la huella de carbono a lo largo de su ciclo de vida respecto a su predecesor, consolidando su compromiso con una movilidad más responsable.

El nuevo BMW iX3 no solo marca el inicio de la era Neue Klasse, sino que redefine lo que podemos esperar de un SUV eléctrico premium. Con autonomía lídercarga ultrarrápidadiseño renovado y una digitalización avanzada, BMW demuestra que el futuro de la movilidad puede ser sostenible sin renunciar a la emoción al volante.